La torre mudéjar de Navarrete del Río ya luce como nueva

 

La torre mudéjar de Navarrete del Río ya luce restaurada al completo tras la finalización de las obras enmarcadas en un proyecto desarrollado en los últimos cuatro años en la iglesia de la Asunción. Los trabajos en el interior de la torre han terminado con el desplazamiento de la campana principal, para permitir su volteo tras la instalación de mallas protectoras contra el acceso de aves.

El Ayuntamiento de Calamocha solicitó la realización de este proyecto para mejorar el templo de Navarrete, en el que también se ha actuado en su fachada y parte del interior. Las obras han sido acometidas por la dirección general de Patrimonio y el departamento de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón.

El alcalde de Calamocha, Manuel Rando, y la directora general de Patrimonio Cultural, Marisancho Menjón, han visitado la iglesia de la Asunción para conocer de primera mano la solución adoptada en el interior de la torre, declarada Bien de Interés Cultural, para que las campanas puedan voltear con normalidad.

Menjón ha indicado que se colocó una rejilla para evitar el problema de las palomas, pero se hizo de manera que las campanas no podían voltear. Por este motivo, se ha intervenido en la estructura de sujeción de las campanas para facilitar el volteo de las mismas, y de esta manera, queda garantizada también su protección frente a la entrada de aves. Estos trabajos fueron autorizados en el mes de noviembre a la Diócesis de Teruel y Albarracín por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural turolense.

El alcalde Rando y Menjón han destacado el valor de la torre navarretina en el conjunto patrimonial de este barrio de Calamocha y su importancia para la ciudadanía. "Es un sello de identidad", ha asegurado la directora general, añadiendo que, en el caso de las campanas, "tenemos una sensibilidad mayor hacia este tipo de tradiciones porque hace unos meses el toque manual de campanas se declaró como Patrimonio de la Humanidad".

"Es una joya del mudéjar", ha afirmado Rando en referencia a la torre de la iglesia, que formará parte en el futuro de la campaña de promoción del municipio sobre la Calamocha patrimonial junto con el lavadero de lanas, el molino harinero y el martinete de cobre.

A este último emplazamiento, en el que actualmente se están llevando a cabo obras para su musealización, también ha sido visitado por el alcalde y la directora general de Patrimonio Cultural para conocer los avances.

En este sentido, Rando ha asegurado que el conjunto patrimonial relacionado con la industria, situado en la ribera del río Jiloca, se propondrá para su declaración como Bien de Interés Cultural. Asimismo ha apuntado que el Ayuntamiento de Calamocha también trabaja ya en acciones de promoción del patrimonio histórico, medioambiental y de ocio del municipio, además del deporte.

"El futuro pasa por mejorar todavía más la vida en el municipio y que este se convierta en un destacado atractivo turístico", ha dicho Rando, quien además ha mostrado su deseo de que se publique alguna convocatoria próximamente para abarcar el arreglo de la torre de Lechago.

Barroco y mudéjar

El conjunto patrimonial de Navarrete del Río está formado por su iglesia barroca del siglo XVII y una torre campanario del mudéjar tardío de la segunda mitad del siglo XVI. La importancia de la torre viene dada por la singularidad de sus elementos decorativos, por el intento de sustituir el tradicional ladrillo y la cerámica mudéjar por otro más actual, más enraizado en un lenguaje de raíz manierista, han indicado en una nota de prensa desde el Ayuntamiento de Calamocha.

Entre los temas ornamentales se encuentran grandes cruces enlazadas con otros motivos geométricos, temas de almena escalonada o incluso medallones con bustos que recuerdan a los que decoran la Lonja de Zaragoza.

Entre los años 2019 y 2020, la Dirección General de Patrimonio Cultural intervino en el exterior del campanario, con el objetivo de consolidar y restaurar la torre de este Bien de Interés Cultural. El importe total de la inversión, incluido el proyecto, ascendió a 133.312,18 euros.

La actuación consistió en la eliminación de gran parte de la prótesis de acero colocada a finales del siglo pasado por parte del Obispado por riesgo de derrumbe, así como la restauración de los muros de ladrillo y yeso con decoración cerámica del último cuerpo de la torre, además de la colocación de un sistema de protección frente a rayos y de la instalación de mecanismos de protección contra la entrada de aves en el interior del campanario.

Posteriormente, se han llevado a cabo fases de intervención adicionales encaminadas a la restauración del monumento, a cargo del Fondo de Inversiones de Teruel, gestionado por el Departamento de Vertebración del Territorio.

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